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Salmos 79 DHH94I

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1. 1 (1b) ¡Oh Dios, los paganos han invadido tu propiedad! ¡Han profanado tu santo templo y han convertido en ruinas a Jerusalén!#79.1(1b) Cf. 2 R 25.8-10; 2 Cr 36.17-19; Jer 52.12-14; Lm 1.1-10.

2. ¡Han dejado los cadáveres de tus siervos, de los que te fueron fieles, para que sirvan de alimento a los buitres y a los animales salvajes!

3. Como agua han derramado su sangre por toda Jerusalén, y no hay quien los entierre.

4. Somos la burla de nuestros vecinos; el hazmerreír de cuantos nos rodean.

5. Oh Señor, ¿hasta cuándo estarás enojado? ¿Arderá siempre tu enojo como el fuego?

6. ¡Descarga tu furia sobre los reinos paganos que no te conocen ni te invocan!

7. Porque ellos devoraron a Jacob y convirtieron en ruinas el país.#79.6-7 Cf. Jer 10.25.

8. No nos hagas pagar a nosotros por la maldad de nuestros antepasados;#79.8 Los textos del AT muestran que la doctrina de la retribución se fue modificando con el tiempo. Algunos textos antiguos afirmaban que el Señor castiga la maldad de los padres en sus hijos, nietos y bisnietos (Ex 20.5; Dt 5.9). Por eso algunos israelitas se lamentaron a veces de tener que pagar las culpas de sus antepasados. Los profetas Jeremías y Ezequiel reaccionaron contra esta idea y afirmaron enfáticamente que cada persona en particular, y no sus descendientes, recibirá la justa retribución de sus buenas o malas acciones (Jer 31.29-30; Ez 18.2-4). Cf. Dt 24.16. ¡que venga tu ternura pronto a nuestro encuentro, porque estamos abatidos!

9. Oh Dios, Salvador nuestro, ¡ayúdanos, líbranos y perdónanos, por la gloria de tu nombre!#79.9 Por la gloria de tu nombre: Cf. Ez 20.9,14,22.

10. No tienen por qué decir los paganos: «¿Dónde está su Dios?»#79.10 «¿Dónde está tu Dios?»: Véase Sal 42.3(4) n. ¡Permítenos ver vengada la muerte de tus siervos! ¡Que los paganos también lo sepan!

11. Atiende las quejas de los presos,#79.11 Los presos son los israelitas capturados por el enemigo y deportados a Babilonia (2 R 25.11). y salva con tu gran poder a los sentenciados a muerte.

12. Oh Señor, véngate siete veces#79.12 Siete veces: El número siete es la cifra de la perfección o plenitud (cf. Gn 4.24; Mt 18.21; Lc 17.4). Lo que aquí se pide es un castigo ejemplar. de nuestros vecinos por las ofensas que te han hecho;#79.12 Por las ofensas que te han hecho: Véase Sal 74 nota.

13. y nosotros, que somos tu pueblo, que somos ovejas de tus prados,#79.13 Ovejas de tus prados: Sal 74.1; 95.7; 100.3. gracias te daremos siempre, ¡cantaremos tus alabanzas por todos los siglos!

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