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Salmos 94 DHH94I

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1. ¡Muéstrate,#94.1 Muéstrate: Lit. resplandece, es decir, manifiéstate en favor de los oprimidos con todo el esplendor de tu poder y tu justicia. Señor, Dios de las venganzas!#94.1 Dios de las venganzas: La palabra «venganza» tiene aquí el sentido de justa retribución. El Señor es un Dios que a cada cual le da lo que merece (Jer 51.56).

2. Tú eres el Juez del mundo;#94.2 Sal 50.6; 75.7(8). Cf. Gn 18.25. ¡levántate contra los orgullosos#94.2 Los orgullosos son los enemigos implacables del Señor y de su pueblo (Sal 73.6-9; 123.4; 140.5 [6]), que tendrán que bajar la vista ante el juicio de Dios (Is 2.11). Cf. Lc 1.51. y dales su merecido!

3. ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo se alegrarán los malvados?

4. Todos esos malhechores son insolentes y altaneros; ¡son unos fanfarrones!

5. Oh Señor, ellos destrozan a tu pueblo; ¡humillan a los tuyos!

6. Matan viudas y extranjeros; asesinan huérfanos.

7. Dicen que el Señor no ve, que el Dios de Jacob no se da cuenta.#94.7 Sal 14.1; 53.1(2); 73.11.

8. ¡Entiendan, gente torpe y necia!#94.8 Gente... necia: Véase Sal 92.6(7) n. ¿Cuándo podrán comprender?

9. ¿Acaso no habrá de oír el que ha hecho los oídos? ¿Y acaso no habrá de ver el que ha formado los ojos?

10. ¿Acaso no ha de castigar el que corrige a las naciones? ¿Y acaso no ha de saber el que instruye en el saber al hombre?

11. El Señor sabe que el hombre solo piensa tonterías.#94.11 Citado en 1 Co 3.20.

12. Oh Señor, feliz#94.12 Feliz: Véase Sal 1.1 n. aquel a quien corriges y le das tus enseñanzas

13. para que tenga tranquilidad cuando lleguen los días malos, mientras que al malvado se le prepara la fosa.

14. El Señor no abandonará a su pueblo, ni dejará solos a los suyos.

15. La justicia volverá a los tribunales, y todo hombre honrado la seguirá.

16. ¿Quién se levantará a defenderme de los malvados y malhechores?

17. Si el Señor no me hubiera ayudado, yo estaría ya en el silencio de la muerte.

18. Cuando alguna vez dije: «Mis pies resbalan», tu amor, Señor, vino en mi ayuda.

19. En medio de las preocupaciones que se agolpan en mi mente, tú me das consuelo y alegría.

20. Tú no puedes ser amigo de jueces injustos, que actúan mal y en contra de la ley;

21. que conspiran contra el inocente y honrado, y lo condenan a muerte.

22. Pero el Señor es mi refugio; mi Dios es la roca que me defiende.

23. El Señor hará que los malvados sean destruidos por su propia maldad.#94.23 El Señor... maldad: Véase Sal 64.8(9) n. ¡Nuestro Dios los destruirá!

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