Logo
🔍

Salmos 95 DHH94I

«

1. Vengan, cantemos al Señor con alegría; cantemos a nuestro protector#95.1 Protector: Lit. roca. Véase Sal 18.2(3) n. y Salvador.

2. Entremos a su presencia#95.2 Entremos a su presencia: es decir, al templo de Jerusalén, que era la morada del Señor en medio de su pueblo. Cf. Sal 65.4(5); 100.2,4. con gratitud, y cantemos himnos en su honor.

3. Porque el Señor es Dios grande, el gran Rey de todos los dioses.#95.3 Gran Rey: Sal 77.13(14); 96.4-5; 97.9; 136.2-3; 145.1; cf. Ex 15.11. Véanse también Sal 50.1 n. y 93.1 n.

4. Él tiene en su mano las regiones más profundas de la tierra; suyas son las más altas montañas.

5. El mar le pertenece, pues él lo formó; ¡con sus propias manos formó la tierra seca!#95.4-5 Sal 24.1-2; 89.11-12(12-13).

6. Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del Señor, pues él nos hizo.

7. Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo; somos ovejas de sus prados.#95.7 Ovejas de sus prados: Sal 74.1; 79.13; 100.3. Escuchen hoy lo que él les dice:#95.7 Escuchen hoy lo que él les dice: Véanse Sal 75.2(3) nota; 81.5(6) nota.

8. «No endurezcan su corazón, como en Meribá; como aquel día en Masá, en el desierto,

9. cuando me pusieron a prueba sus antepasados, aunque habían visto mis obras.#95.8-9 Acerca del comportamiento de los israelitas en Masá y Meribá, cf. Ex 17.1-7; Dt 6.16; 9.22; 33.8; Sal 106.32-33.

10. Cuarenta años#95.10 Cuarenta años: Cf. Nm 14.34. estuve enojado con aquella generación, y dije: “Esta gente anda muy descarriada; ¡no obedecen mis mandatos!”#95.10 Nm 14.20-23,33; Dt 1.34-36.

11. Por eso juré en mi furor que no entrarían en el lugar de mi reposo.»#95.11 El lugar de mi reposo: se refiere a la Tierra Prometida, lugar donde el pueblo pudo descansar después de su larga y difícil marcha a través del desierto. En Heb 4.3 se cita este v., que es interpretado alegóricamente.,

»