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Salmos 99 DHH94I

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1. ¡El Señor es Rey!#99.1 ¡El Señor es Rey!: Véanse Sal 93.1 n. y 95.3 n. ¡Él tiene su trono sobre los querubines!#99.1 Acerca de los querubines, véase Sal 80.1(2) nota. Tiemblen las naciones, y aun la tierra entera.

2. El Señor es grande en el monte Sión;#99.2 Is 12.6. Cf. Sal 48.1-3(2-4). el Señor está por encima de todos los pueblos.

3. Sea alabado su nombre, grande y terrible; ¡Dios es santo!#99.3 ¡Dios es santo!: Is 6.3. Cf. Lv 11.44-45; 19.2; 20.7,26; Lc 1.49.

4. Tú eres un Rey poderoso#99.4 Tú eres un Rey poderoso: traducción probable. Heb. el poder del Rey. El amor por la justicia era lo que el pueblo más apreciaba en un rey (véanse Sal 45.4 [5] n.; 72.1 n.). Por eso en este canto a la realeza del Señor se exalta especialmente este atributo divino. que ama la justicia; tú mismo estableciste la igualdad. Has tratado a los hijos de Jacob con justicia y rectitud.

5. ¡Alaben al Señor, nuestro Dios, y arrodíllense delante de sus pies!#99.5 Delante de sus pies: Lit. ante el estrado de sus pies, es decir, ante el monte Sión (cf. v. 9). ¡Dios es santo!

6. Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes;#99.6 Entre sus sacerdotes: o sea, como mediadores entre Dios y el pueblo. Una forma de ejercer esta función mediadora era la intercesión en favor de Israel cuando éste había provocado la ira del Señor (Ex 17.11-13; 32.11-14, 31-34; Nm 12.9-15; 17.6-13). Samuel#99.6 Acerca de la intercesión de Samuel, cf. 1 S 7.8-12; 12.19-25; Jer 15.1; Eclo 46.16-18. está entre los que alabaron su nombre. El Señor les respondía cuando ellos pedían su ayuda.

7. Dios habló con ellos desde la columna de nube, y ellos cumplieron sus mandatos y la ley que les dio.

8. Señor, Dios nuestro, ¡tú les respondías! Fuiste para ellos un Dios de perdón, pero también castigaste sus maldades.#99.8 Pero también castigaste sus maldades: Esta frase puede referirse a los pecados de los mediadores entre el pueblo y Dios (véase 99.6 nota, y cf. Nm 20.12,24; 27.13-14; Dt 3.23-27), o bien a los del pueblo en general.

9. Alaben al Señor nuestro Dios, ¡arrodíllense ante su santo monte! ¡Nuestro Dios, el Señor, es santo!

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