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Apocalipsis 2 BDO1573

« CAPIT. II.

1. Escriue àl Angel de la Igleſia de Ephe so: El que tiene las ſiete eſtrellas en ſu diestra, elqual anda en medio de los ſiete candeleros de oro, dize estas coſas:

2. Yo ſe tus obras, y tu trabajo, y paciẽcia, y que tu no puedes sufrir los malos, y has prouado à los que ſe dizen ſer apoſtoles, y no lo ſon, y los has hallado mentirosos.

3. Y has sufrido, y suffres, y has trabajado por mi Nombre, y no has desfallecido.

4. Pero tengo algo contra ti, porque has dexado tu primera charidad.

5. Por loqual ten memoria de donde has caydo, y arrepientete, y haz las primeras obras: ſi no vendre presto à ti, y quitaré tu candelero de ſu lugar, ſi no te enmendares.

6. Mas tienes eſto, que aborreçes los hechos de los Nicolaytas, los quales yo tambien aborrezco.

7. El que tiene oreja, oyga loque el Eſpiritu dize à las Iglesias: Alque vẽciêre, daré à comer del arbol de la vida, elqual eſta en medio del Parayso de Dios.

8. Y escriue àl Angel de la Igleſia de Smyrna: El primero y postrero que fué muerto, y biue, dize estas coſas:

9. Yo ſe tus obras, y tu tribulacion, y tu pobreza, (pero tu eres rico) y la blasphemia de los que ſe dizẽ ſer Iudios, y no lo ſon: ſi no Synoga de satanas.

10. No tengas ningun temor de las coſas que has de padecer: Heaqui, el diablo ha de embiar algunos de vosotros à la carçel paraqua seays prouados, y tendreys tribulaciõ de diez dias. Sé fiel haſta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

11. El que tiene oreja, oyga loque el Eſpiritu dize à las Iglesias, Elque venciere, no recebirá daño de la muerte segunda.

12. Y escriue àl Angel de la Igleſia que eſta en Pergamo: El que tiene la espada de dos filos, dize estas coſas:

13. Yo ſe tus obras, y donde moras, dõde eſtá la silla de satanas: y tienes mi Nombre, y no has negado mi fe, aun en los dias enque fué Antipas mi teſtigo fiel, elqual ha sido muerto entre vosotros, donde satanas mora.

14. Pero tengo vnas pocas coſas contra ti: porque tu tienes ay los que tienen la doctrina de Balaam, elqual enseñaua à Balaac, à poner escan dalo delante de los hijos de Iſrael, à comer de coſas sacrificadas à los idolos, y à cometer fornicacion.

15. Ansi tambien tu tienes à los que tienẽ la doctrina de los Nicolaytas, loqual aborrezco.

16. Arrepientete, porque de otra manera vendré à ti presto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.

17. El que tiene oreja, oyga loque el Eſpiritu dize à las Iglesias: Alque venciere, daré à comer del Manna escondido, y dare le vna pedrezica blanca, y en la pedrezica vn Nombre nueuo eſcripto, el qual ninguno conoce, ſi no aquel que lo recibe.

18. Y escriue àl Angel de la Igleſia que eſtá en Thyatira: El Hijo de Dios que tiene ſus ojos como llama de fuego, y ſus pies ſe mejantes àl laton finiſsimo, dize estas coſas:

19. Yo he conocido tus obras, y charidad y seruicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras, y las postreras que ſon muchas mas que las primeras.

20. Mas tengo vnas pocas coſas cõtra ti: que permites à Iezabel muger (que ſe dize prophetiſſa) enseñar, yengañar à mis sieruos, à fornicar, y à comer coſas offrecidas à los idolos.

21. Y he le dado tiempo paraque ſe arrepienta de la fornicacion, y no ſe hà arrepẽtido.

22. Heaqui yo la echo en la cama, y à os que adultêran con ella, en muy grande tribulacion, ſi no ſe arrepintieren de ſus obr:

23. Y mataré ſus hijos con muerte, y todas las Iglesias sabrán, que yo ſoy el que escudrîño los riñones, y los coraçones: y daré à cada vno de vosotros ſegun ſus obras.

24. Pero yo digo à vosotros, y à los demas que estays en Thyatira: Qualesquiera que no tienen eſta doctrina, y que no han conocido las profundidades de Satanas (como ellos dizẽ) yo no embiaré ſobre vos otros otra carga.

25. Empero laque teneys, tenelda haſta que yo venga.

26. Y àlque vuiere vencido, y vuiere guardado mis obras haſta la fin, yo le dare potestad ſobre las Gentes:

27. Y las regirá con vara de hierro, y ſeran quebrãtadas como vaſo de ollero, como tambien yo la he recebido de mi Padre:

28. Y darlehé la eſtrella de la mañana.

29. El que tiene oreja, oyga loque el Eſpiritu dize à las Iglesias.

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