Apocalipsis 5 DHH94I
1. En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos.#5.1 Cf. Ez 2.9—3.3; también Is 29.11; Zac 5.1-4. Un rollo: es decir, un libro en forma de rollo, como eran los libros entonces. Se han dado varias interpretaciones al simbolismo de este rollo; una de las más probables es que se refiere al plan de Dios en la historia humana, que se va revelando en los caps. que siguen, una vez rotos los siete sellos.
2. Y vi un ángel poderoso que preguntaba a gran voz: «¿Quién es digno de abrir el rollo y romper sus sellos?»
3. Pero ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra había nadie que pudiera abrir el rollo, ni mirarlo.
4. Y yo lloraba mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el rollo, ni de mirarlo.
5. Pero uno de los ancianos me dijo: «No llores más, pues el León de la tribu de Judá,#5.5 El León de la tribu de Judá: imagen tomada de Gn 49.9-10, tradicionalmente entendido como pasaje que alude al Mesías. En la literatura judaica de la época, el león aparece como figura del Mesías, vencedor del mal. el retoño de David,#5.5 El retoño de David: alusión a Is 11.1,10; cf. Ap 22.16. ha vencido#5.5 Ha vencido: Ap 3.21; cf. Jn 16.33. y puede abrir el rollo y romper sus siete sellos.»#5.5 Sólo Jesucristo, el Cordero, puede abrir el rollo, porque él es quien revela el sentido de la historia de la humanidad y la lleva a su término.
6. Entonces, en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, vi un Cordero.#5.6 Cordero: Cf. Is 53.7,10-12, y véase Jn 1.29 n. En el Apocalipsis no es raro que se combinen diversos símbolos, incluso algunos claramente contradictorios (león-cordero). El Cordero sacrificado es símbolo del Cristo que ha salido victorioso mediante su sufrimiento y su muerte. Cf. Lc 24.26; Hch 8.32-35; 1 P 1.18-19. Estaba de pie, pero se veía que había sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos,#5.6 El cuerno es símbolo frecuente de fuerza y poder (Dt 33.17 y el hebreo de Sal 18.2 [3]; 112.9). Los siete cuernos representan la plenitud del poder de Cristo, el Cordero (cf. Mt 28.18; 1 Co 1.24). Respecto a la imagen de los siete ojos, cf. Zac 4.10. que son los siete espíritus#5.6 Los siete espíritus simbolizan la plenitud del Espíritu de Dios (véase Ap 1.4 nota; cf. 4.5; también Is 11.2). de Dios enviados por toda la tierra.
7. Aquel Cordero fue y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono;
8. y en cuanto tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del Cordero. Todos ellos tenían arpas, y llevaban copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo.#5.8 Ap 8.3-4; cf. Sal 141.2, y también Lc 1.10.
9. Y cantaban este canto nuevo:#5.9 Sal 33.3; 98.1; Is 42.10. A diferencia del canto a Dios Padre como Creador (Ap 4.11), este canto nuevo se dirige a Cristo Redentor. A él se le rinde la misma adoración que a Dios Padre. «Tú eres digno de tomar el rollo y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado; y derramando tu sangre redimiste#5.9 Redimiste: o compraste; véanse Ro 3.24 nota y 1 P 1.18 nota. para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación.
10. De ellos hiciste un reino, hiciste sacerdotes para nuestro Dios,#5.10 Ap 1.5-6; 20.6; cf. Ex 19.6; Is 61.6. y reinarán sobre la tierra.»
11. Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Había millones y millones de ellos,#5.11 Cf. Dn 7.10.
12. y decían con fuerte voz: «¡El Cordero que fue sacrificado#5.12 El Cordero que fue sacrificado: Véase Jn 1.29 n.; cf. 1 Co 5.7. es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza!»
13. Y oí también que todas las cosas creadas por Dios en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar,#5.13 Toda la creación se une al canto de alabanza; cf. Flp 2.10-11; Col 1.20; cf. también Ro 8.20-21. decían: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean dados la alabanza, el honor, la gloria y el poder por todos los siglos!»
14. Los cuatro seres vivientes respondían: «¡Amén!»#5.14 Amén: Véase Ap 1.6 nota. Y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas y adoraron.