Logo
🔍

Romanos 10 DHHS94

« Israel y el evangelio

1. Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que alcancen la salvación.

2. En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento.

3. Pues no reconocen que es Dios quien hace justos a los hombres, y pretenden ser justos por sí mismos; y así no se han sometido a lo que Dios estableció para hacernos justos.

4. Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos por la fe pueden llegar a ser justos.

5. De la justicia basada en la ley, Moisés escribió esto: «La persona que cumpla la ley, vivirá por ella.»

6. Pero de la justicia basada en la fe, se dice: «No pienses: “¿Quién subirá al cielo?” —esto es, para hacer que Cristo baje—;

7. o “¿Quién bajará al abismo?”» —esto es, para hacer que Cristo suba de entre los muertos.

8. ¿Qué es, pues, lo que dice?: «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.» Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos.

9. Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación.

10. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.

11. La Escritura dice: «El que confíe en él, no quedará defraudado.»

12. No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan.

13. Porque esto es lo que dice: «Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.»

14. Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje?

15. ¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!»

16. Pero no todos han aceptado el evangelio. Es como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha creído al oír nuestro mensaje?»

17. Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.

18. Pero yo pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice: «La voz de ellos salió por toda la tierra, y hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras.»

19. Y vuelvo a preguntar: ¿Será que los de Israel no se han dado cuenta? En primer lugar, Moisés dice: «Yo los pondré a ustedes celosos de un pueblo que no es pueblo; los haré enojar contra un pueblo que no quiere entender.»

20. Luego, Isaías se atreve a decir: «Los que no me buscaban, me encontraron; y me mostré a los que no preguntaban por mí.»

21. Y al hablar de los israelitas, Isaías dice: «Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.»

»