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Romanos 11 DHH94I

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1. Ahora pregunto: ¿Será que Dios ha rechazado a su pueblo? ¡Claro que no! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y de la tribu de Benjamín.

2. Desde el principio, Dios había reconocido a los israelitas como su pueblo; y ahora no los ha rechazado. ¿No saben ustedes que la Escritura dice en la historia del profeta Elías#11.2 Elías: profeta del tiempo del rey Ahab, cuando los israelitas se habían apartado de Dios para seguir a los dioses de Canaán (1 R 16.29—19.18). que este, en su oración a Dios, acusó al pueblo de Israel? Dijo:

3. «Señor, han matado a tus profetas y han destruido tus altares; sólo yo he quedado con vida, y a mí también me quieren matar.»#11.3 1 R 19.10,14.

4. Pero Dios le contestó: «He apartado para mí siete mil hombres que no se han arrodillado ante el dios Baal.»#11.4 1 R 19.18. Baal: dios cananeo; su nombre significa señor.

5. Pues de la misma manera, ha quedado ahora un pequeño resto, que Dios, en su bondad, ha escogido.#11.5 Ro 9.27. El concepto de resto o remanente, es decir, la existencia de una minoría que permanece fiel a Dios y se salva, es importante en las profecías del AT (cf. Is 1.9; 4.2-6; Miq 5.7-8 [6-7]).

6. Y si es por la bondad de Dios, ya no es por los hechos; porque si así fuera, la bondad de Dios ya no sería bondad.

7. ¿Entonces qué? Los israelitas no consiguieron lo que buscaban, pero los que Dios escogió sí lo consiguieron. Los otros fueron endurecidos,

8. como dice la Escritura: «Dios los hizo espiritualmente insensibles, y así son hasta el día de hoy; les dio ojos que no ven y oídos que no oyen.»#11.8 Dt 29.4 (3); Is 29.10.

9. También dice David: «Que sus banquetes se les vuelvan trampas y redes, para que tropiecen y sean castigados.

La salvación de los no judíos

10. Que sus ojos se queden ciegos y no vean; que su espalda se les doble para siempre.»

11. Ahora pregunto: ¿Será que los judíos, al tropezar, cayeron por completo? ¡De ninguna manera! Al contrario, al desobedecer los judíos, los otros han podido alcanzar la salvación,#11.11 Cf. Hch 13.46; 28.24-29. para que los israelitas se pongan celosos.

12. Así que, si el tropiezo y el fracaso de los judíos han servido para enriquecer al mundo, a los que no son judíos, ¡ya podemos imaginarnos lo que será su plena restauración!

13. Pero tengo algo que decirles a ustedes, que no son judíos. Puesto que Dios me ha enviado a los no judíos, yo tengo en gran estima este servicio.

14. Quiero que algunos de mi propia raza sientan celos de ustedes, y así llevarlos a la salvación.

15. Pues si el rechazo de los judíos ha traído al mundo la reconciliación con Dios, ¿qué no traerá el que sean aceptados? ¡Nada menos que vida para los que estaban muertos!#11.15 Se repite, más desarrollada, la idea abordada en el v. 12.

16. Pues si el primer pan que se hace de la masa está consagrado a Dios, también lo está la masa entera.#11.16 Alusión a Nm 15.17-21 y a la ofrenda del pan que se hornea de la primera masa. Y si la raíz del árbol está consagrada a Dios, también lo están las ramas.#11.16 Las imágenes del primer pan y de la raíz se refieren aquí, probablemente, a los patriarcas de Israel, gracias a los cuales todo el pueblo es elegido (cf. v. 28).

17. Al olivo, que son los judíos, se le cortaron algunas de las ramas, y en su lugar se le injertó el olivo silvestre, que eres tú. Así llegaste a tener parte en la misma raíz y en la misma vida del olivo.#11.17-24 El olivo, en el AT, es símbolo de Israel (Jer 11.16). Aquí el olivo cultivado, al cual se le cortan algunas ramas para injertar otras en su lugar, representa a la nación de Israel; el olivo silvestre, a los no judíos que aceptan el evangelio. (El mismo tema se presenta, utilizando otras figuras, en Ef 2.11-22.)

18. Pero no te gloríes, despreciando las ramas naturales. Si lo haces, recuerda que no eres tú quien sostiene a la raíz, sino que la raíz te sostiene a ti.

19. Tal vez dirás: «Sí, pero se cortaron unas ramas para injertarme a mí en el olivo.»

20. Bien, pero fueron cortadas porque no tenían fe, y tú estás ahí únicamente porque tienes fe. Así que no te jactes, sino más bien siente temor.#11.19-20 Los creyentes no judíos no tienen motivo para gloriarse, ya que su salvación es únicamente por fe y no por mérito propio.

21. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará.

22. Mira, pues, qué bueno es Dios, aunque también qué estricto. Ha sido estricto con los que cayeron, y ha sido bueno contigo. Pero tienes que vivir siempre de acuerdo con su bondad; pues de lo contrario también tú serás cortado.

23. Por otra parte, si los judíos abandonan su incredulidad, serán injertados de nuevo; pues Dios tiene poder para volver a injertarlos.

La salvación final de Israel

24. Porque si tú, que por naturaleza eras un olivo silvestre, fuiste cortado e injertado contra lo natural en el olivo bueno, ¡cuánto más los judíos, que son ramas naturales del olivo bueno, serán injertados nuevamente en su propio olivo!#11.24 El injertar ramas de un olivo silvestre en el tronco de un olivo bueno no era la práctica normal; es lógico, pues, esperar que Israel, representado por las ramas naturales del olivo bueno, sea restaurado, o injertado de nuevo en su propio olivo.

25. Hermanos, quiero que sepan este designio secreto#11.25 Designio secreto: gr. mysterion (algo antes oculto pero ahora revelado). Véase Índice temático. de Dios, para que no presuman de sabios: los israelitas se han endurecido en parte,#11.25 En parte: Se refiere al hecho de que sólo una parte de Israel se ha endurecido (cf. v. 5). pero solo hasta que hayan entrado todos los que no son de Israel.

26. Cuando esto suceda, todo Israel alcanzará la salvación, pues la Escritura dice: «El libertador vendrá de Sión y apartará de Jacob la maldad.

27. Y esta será mi alianza con ellos cuando yo quite sus pecados.»#11.26-27 Is 59.20-21; cf. Is 27.9; Jer 31.33-34.

28. En cuanto al evangelio, los judíos son tenidos por enemigos de Dios a fin de darles oportunidad a ustedes; pero Dios todavía los ama a ellos, porque escogió a sus antepasados.

29. Pues lo que Dios da, no lo quita, ni retira tampoco su llamamiento.

30. En tiempos pasados, ustedes desobedecieron a Dios, pero ahora que los judíos han desobedecido, Dios tiene compasión de ustedes.

31. De la misma manera, ellos han desobedecido ahora, pero solamente para que Dios tenga compasión de ustedes y para que, también ahora, tenga compasión de ellos.#11.30-31 Ustedes... ellos: es decir, los no judíos y los judíos respectivamente.

32. Porque Dios sujetó a todos por igual a la desobediencia, con el fin de tener compasión de todos por igual.

33. ¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su sabiduría y entendimiento! Nadie puede explicar sus decisiones, ni llegar a comprender sus caminos.#11.33 Is 55.8-9; cf. Job 5.9; Jdt 8.14.

34. Pues «¿quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá darle consejos?#11.34 Is 40.13, citado también en 1 Co 2.16; cf. Jer 23.18; Sab 9.13.

35. ¿Quién le ha dado algo antes, para que él tenga que devolvérselo?»

36. Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por él y para él.#11.36 1 Co 8.6; Ef 4.6; Col 1.16; Heb 2.10. ¡Gloria para siempre a Dios! Amén.#11.33-36 Pablo pone de relieve que en la historia de la salvación se revela la absoluta autonomía y supremacía de la iniciativa de Dios, que el hombre debe reconocer con admiración.

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